Paso de la física a la sofística: Sobre un fragmento de Demócrito

 Paso de la física a la sofística

Sobre un fragmento de Demócrito


Normalmente consideramos la tradición del pensamiento presocrático como algo antagónico a la escuela filosófica que la sustituye posteriormente, la sofistica. Eso se debe a que los objetos y las hipótesis (y en ciertos casos los métodos) son aparentemente diferentes (y antagónicos) en ambas escuelas. Los filósofos presocráticos, aunque con una gran extensión y variedad, todos tratan sobre el concepto de la physis ("naturaleza" o "realidad"), en el estudio ontológico del mundo, mientras que el objeto de los sofistas suele considerarse el estudio de aquello con raíces humanas (la retorica, la política, las costumbres, etc.), es decir, aquello que no parte necesariamente de la physis ni necesita directamente de ella para sostener su estudio. 


Sin embargo, muchos filósofos presocráticos tuvieron un gran interés por los objetos tradicionalmente  atribuidos a los sofistas, sobre todo aquellos en el tercer período del presocratismo (Empédocles, Meliso, Anaxágoras, Diógenes de Apolonia y los atomistas). En estos autores se ve claramente como los objetos de la retorica y  las convenciones, así como las ideas relativistas de los sofistas, parten en un primer momento de una concepción ontológica de la realidad.


 A pesar de que hay varios ejemplos de estos autores tratando ese tipo de temáticas me gustaría centrar en el fragmento 26 de Demócrito en la recopilación Diels y Kranz:

          "Demócrito, que considera convencionales los nombres, lo funda en cuatro pruebas: por homonimia, pues osas distintas se designan con el mismo nombre, por lo que evidentemente el nombre no es por naturaleza; también por polinimia, pues si se aplican nombres distintos a una y la misma cosa, ésta sería a la ve cosas sucesivas, lo vual es imposible; tercero, por el intercambio de nombres, ya que ¿por qué motivo le cambiaríamos a Aristocles su nombre por el de Platón y a Tirtamo el suyo por el de Teofrasto, si los nombres fueran por naturaleza? Por último, por la inexistencia de nombres semejantes;¿por qué decimos de ≪pensamiento≫, ≪pensar≫, pero de ≪justicia≫ y a no formamos un derivado? Así que los nombres son por convención, no por naturaleza. Él mismo le llama a la primera prueba ≪de la polisemia≫, a la segunda ≪del equilibrio≫, a la tercera ≪de la metonimia≫, a la cuarta ≪de lo innombrado≫."

 

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